Argentina vuelve a discutir la legalización del aborto
El proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) contempla el acceso libre al aborto hasta la semana 14 de gestación

El debate sobre la legalización del aborto en Argentina volvió este 10 de diciembre a la Cámara de Diputados, donde podría recibir un voto favorable antes de someterse al Senado, dos años después de que fracasara una iniciativa similar.
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La sesión parlamentaria se extenderá hasta la madrugada del viernes 11 de diciembre. El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, estimó que el voto ocurrirá después de las 02:00 hora local (05H00 GMT).
En las adyacencias del Congreso, pantallas gigantes transmiten en directo el debate. Varias filas de vallas dividen el espacio público para distanciar y evitar enfrentamientos entre las activistas del pañuelo verde, que identifica a la lucha por el aborto legal, y los militantes ‘celestes’, que lo rechazan.
Para que la norma sea aprobada se necesita una mayoría de 129 votos sobre el total de 257 diputados. Los que impulsan la ley piensan que alcanzarán esa cifra, aunque aún hay media decena de votos inciertos, en una cuestión que divide aguas en el seno de cada fuerza política.
En esta ocasión, el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) hasta la semana 14 de gestación fue presentado por el presidente de centroizquierda Alberto Fernández, como un modo de “garantizar que todas las mujeres accedan al derecho a la salud integral“.
En el recinto, los discursos polarizan las posiciones más allá de las pertenencias políticas.
Varios ministros del gobierno siguen el debate desde las gradas, una forma de recordarle a los diputados propios que votan en contra que la iniciativa es del Ejecutivo, dijo una fuente que participó de una reunión de ministros para definir la táctica para respaldar el debate.
Es posible que el propio Alberto Fernández se haga presente en el recinto durante la noche, agregó la fuente.
“Todos estamos a favor de la vida, pero estamos en contra de la clandestinidad. El aborto existe, existió y seguirá existiendo”, declaró la diputada Adriana Cáceres, del partido derechista Pro y favorable a la ley, en respuesta a los grupos que rechazan el proyecto y se definen a sí mismos como ‘pro-vida’ y a los que las verdes llaman ‘antiderechos’.
La diputada Ana Carolina Gaillard, del oficialista Frente de Todos, enfatizó que “el debate no es sobre aborto sí o aborto no, sino sobre aborto seguro o aborto inseguro”, al evocar las muertes que se derivan de las interrupciones clandestinas del embarazo, unas 3 mil desde 1983, según el presidente Fernández.
La legalización del aborto dominó la agenda política argentina en 2018 cuando por primera vez fue abordado en el Congreso, con masivas manifestaciones en las que destacaron las más jóvenes en este país de mayoría católica y cuna del papa Francisco.
Pero aunque la norma consiguió entonces la aprobación de la Cámara de Diputados, fue rechazada luego en el Senado.
Ambas cámaras se renovaron parcialmente en las elecciones generales de 2019.
Analistas de salud calculan entre 370 mil y 520 mil de abortos clandestinos anuales en Argentina, con 39 mil internaciones cada año en centros de salud pública, según estadísticas del gobierno.
“¡Aborto legal ya, gratuito y en el hospital!”, exhortan las mujeres de pañuelos verdes, que se concentran frente al Palacio de Congreso, rodeado de pancartas.
Valeria Bonetto, médica de 48 años que acompaña la vigilia de las verdes, la legalización “es una cuestión de salud pública, de justicia social y de derechos humanos”.
Del otro lado de las vallas, acuden los ‘celestes’, bajo la consigna “¡Salvemos las dos vidas!” y “Marcha por el niño por nacer”. Exhiben muñecos que representan bebés con sangre. Una treintena de ‘celestes’ sigue una misa improvisada.
En Argentina, el aborto solo se permite en caso de violación o peligro de vida para la mujer, legislación vigente desde 1921.
Si se aprueba el aborto legal, Argentina se sumará a Cuba, Uruguay, Guyana y Ciudad de México, lugares que lo permiten en América Latina.
El oficialismo desplegó gestos políticos tendientes a sumar votos. El principal fue enviar otro proyecto de ley, el Plan de los mil días, destinado a apoyar económicamente a mujeres de sectores vulnerables que deseen seguir adelante con su embarazo.
Se trata de “fortalecer la atención integral durante el embarazo y de los hijos en los primeros años de vida”, dijo Fernández.
A la vez, el proyecto para la legalización del aborto prevé la objeción de conciencia individual y también la de un establecimiento de salud en caso de que todos sus médicos hagan objeción. Pero tendrá obligación de derivar a la paciente para su atención en otro centro hospitalario.
Otro recurso para sumar votos fue disponer de un “acompañante o referente afectivo” para las adolescentes de 13 a 16 años que opten por un aborto.
Si el proyecto se aprueba en la Cámara Baja, el bloque peronista del Senado intentará debatirlo y votarlo antes de fin de año.
Con información de AFP
GANR