Invertir en salud para las mujeres podría aumentar el PIB: FEM
El Foro Económico Mundial aseguró que satisfacer las necesidades de las mujeres y la equidad de género son soluciones inteligentes.

De acuerdo con especialistas, las mejoras en la salud y el bienestar de las mujeres son la clave para cerrar la brecha de género, con la salud reproductiva y materna.
Asimismo, lograr una equidad de género en todos los ámbitos, le permitirá al Producto Interno Bruto (PIB) incrementar hasta en 28 millones de dólares.

La economía de las mujeres
De acuerdo con el Foro Económico Mundial (FEM), con las estrategias que se emplean actualmente para acabar con la brecha de género, podría tomar hasta 132 años.
Por lo que su objetivo es buscar e implementar nuevas estrategias que promuevan la salud de las mujeres.
En consecuencia, el FEM destacó lo siguiente:
“No sólo es una necesidad moral, sino que satisfacer las necesidades de salud de las mujeres y mejorar la equidad de género es una solución inteligente integral, para la prosperidad individual, la sociedad y económica”.
Por otro lado, especialistas de la Consultora McKinsey establecieron que la desigualdad de género no sólo es un tema moral y social apremiante, sino también un desafío económico crítico.
Ya que las mujeres representan la mitad de la población mundial, pero debido a la brecha salarial no pueden alcanzar todo su pontencial económico, por lo que la economía mundial sufre.
La salud de una mujer sienta las bases para la salud de sus hijos, su familia, su comunidad y para las generaciones venideras.
La medicina contra las mujeres
Con base a un informe realziado por Reino Unido, el FEM destacó que hay una gran falta de investigación en medicamentos para mujeres, señalando que en los últimos 40 años sólo se aprobaron dos nuevos medicamentos para su uso en el embarazo.
Además, expusieron que la falta de prioridad a medicamentos para atender la salud de la mujer y la biología reproductiva como campo científico es sistemática.

Igualmente, señalaron que desde la década de 1950 y hasta 1993, la Administración de Alimentos y Medicamentos del Gobierno de Estados Unidos recomendó excluir a las mujeres en potencial fértil de los ensayos clínicos de fase I y de fase II tempranos.
La FEM sentenció que las mujeres se ven subrepresentadas en los ensayos clínicos y muchos medicamentos para malestares únicamente femeninos no hay sido probados en mujeres.
Finalmente, comentaron que las mujeres no son “hombres pequeños” y deben ser tomadas en cuenta al momento de diseñar ensayos clínicos.
Por lo que se de debe tomar en cuenta las diferencias celulares y moleculares entre los cuerpos.