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Remedios caseros que no sirven para prevenir o curar el COVID-19

Hasta que llegue la vacuna, las mejores defensas son cubrebocas, sana distancia y lavado de manos

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Remedios caseros contra el covid (Pixabay)

¿Cómo podemos protegernos del COVID-19 si no sabemos quién está infectado? Las mejores medidas preventivas avaladas por la ciencia han sido: cubrebocas, sana distancia y lavado de manos. No hay más. Por el momento no tenemos medicamento, ni tampoco vacunas en circulación que nos protejan.

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Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) debe desmentir muchos mitos que rondan frente a esta enfermedad, señalando por ejemplo que añadir pimiento picante a la sopa u otras comidas no previene ni cura la COVID-19; el pulverizar lejía u otros desinfectantes sobre el cuerpo o introducirlos en el organismo tampoco protege contra ella y “puede ser peligroso”; tampoco el exponerse al Sol o a temperaturas superiores a los 25 grados previene la enfermedad por coronavirus, pese a que algunos lo piensen.

A su vez, advierte de que contener la respiración durante 10 segundos o más sin toser o sentir molestias no significa que no se tenga COVID-19 o cualquier otra enfermedad pulmonar; y defiende que ni bañarse en agua caliente, ni enjuagarse regularmente la nariz con suelo fisiológico evitan la infección por el nuevo coronavirus.

El catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra y epidemiólogo Miguel Ángel Martínez González enumera en una entrevista con Infosalus las 5 cosas que la gente cree que le protegen frente al SARS-CoV-2 y tampoco lo hacen:

1. Se han difundido vídeos que hacían propaganda de la vitamina C como tratamiento o prevención de la infección. No es cierto, ya que no hay ninguna eficacia demostrada para los suplementos de vitamina C.

2. Dice que igualmente se ha hablado de la ‘alcalinización del sistema inmunológico’ a base de consumir una mezcla de limón y de bicarbonato. “No tiene ningún fundamento científico”, asegura.

3. A su juicio, “no podía faltar el interesante mensaje (para los productores de vino, no para la salud pública, desde luego), de que el consumo moderado de vino sería beneficioso para prevenir esta enfermedad, porque el virus no puede sobrevivir en el vino”. En su opinión, “absolutamente falso”.

4. Ni las temperaturas muy bajas ni la nieve matan al coronavirus.

5. Estar sin mascarilla por estar al aire libre y que circule el viento no protege frente a la enfermedad.

Otro de los aspectos que habría que mencionar es el tema de los grupos sanguíneos:

“Se ha observado un ligero aumento de la infección entre los tipos no O. El riesgo de intubación es menor en los tipos A y mayor en los tipos AB y B, en comparación con el tipo O, y el riesgo de muerte es superior para el tipo AB. Se piensa que ser Rh negativo tiene un efecto protector para estos tres desenlaces [infección, intubación y muerte], pero las diferencias no son muy fuertes”.

Las medidas que sí funcionan

El haber superado la infección de SARS-CoV-2 no es sinónimo de estar protegido de por vida ya que, según avisa el experto, sí cabe la posibilidad de reinfección de COVID-19. “Se han detectado casos, pero hoy por hoy se puede considerar que son excepcionales”, mantiene, al mismo tiempo que incide en la necesidad de continuar en estos casos con ‘las medidas estrella’, como el seguir usando las mascarillas, ya que “no se puede saber cuál es la duración a largo plazo de la inmunidad”.

“Nadie debe descuidar ‘la triple M’: Mascarillas, metros y manos. De igual modo, nadie debe arriesgarse a estar en sitios con cualquier elemento de la triple C: cerrados, cercanos y concurridos. Además, hay que extremar las medidas de ventilación de locales”, reitera el doctor Martínez-González.

En última instancia, el experto alerta que la obesidad también es un “clarísimo factor de riesgo” frente al contagio de SARS-CoV-2: “Hay que quitarse los kilos de más si uno tiene sobrepeso u obesidad. Esto es más importante ahora que nunca. Además, hay que cuidar la calidad global del patrón alimentario, seguir una dieta mediterránea, y tomar el sol 15-20 minutos al día en la cara, piernas y antebrazos, para tener niveles suficientes de vitamina D”.

Con información de Europa Press/Infosalus.