Voluntarios que fueron vacunados contra el covid revelan fuertes efectos secundarios
Síntomas como fiebre, dolores de cabeza y agotamiento se esfumaron en menos de un día

Cinco voluntarios de las pruebas clínicas que realizan dos empresas farmacéuticas en el desarrollo de una vacuna contra el COVID-19 revelaron a CNBC que experimentaron fuertes efectos secundarios, entre estos, fiebre alta, dolores corporales, dolores de cabeza y agotamiento. A pesar de la intensidad, resaltaron que estos síntomas se esfumaron en 24 horas o menos.
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Tres de los voluntarios confirmaron participar en las pruebas de Moderna y los otros dos para Pfizer. El único voluntario que dio a conocer su nombre fue Luke Hutchison, quien hizo pública su experiencia al compartir en redes sociales que experimentó temblores y una fiebre de 38 grados luego de tomar la inyección de refuerzo de Moderna.
El señor Hutchison es un biólogo de 44 años que vive en Utah. Se sumó a la Fase 3 de las pruebas clínicas de Moderna porque está bien de salud y tiene confianza en que la solución a la crisis sanitaria es una vacuna. Decenas de miles de voluntarios participan en la fase 3 de Moderna y de otras empresas alrededor del mundo que trabajan en la evaluación de sus respectivas vacunas.
“Tenía un alto grado de confianza en que funcionaría y quería contribuir a la solución”, dijo Hutchison.
Hutchison recibió la primera dosis el 15 de agosto, la cual provocó algunos días de leves malestares como una ligera calentura. El 15 de septiembre recibió el refuerzo; ocho horas después comenzaron a presentarse los efectos secundarios con mayor intensidad, similares a los de un caso leve de COVID-19: fiebre, escalofríos, dificultad para respirar y un dolor de cabeza. Apenas pudo dormir esa noche.
Doce horas después de presentar síntomas, Hutchison se sentía normal y con la misma energía de antes. El voluntario estaba consciente de que podía experimentar algunos efectos secundarios, ya que firmó un acuerdo con la empresa antes de participar, pero no esperaba que estos pudieran ser tan severos.
Las pruebas de Fase 3 son ensayos a doble ciego, por lo que existe la probabilidad de que Hutchinson haya recibido un placebo y que los síntomas se deban a otra enfermedad, pero el voluntario tiene la certeza de que este no fue el caso. Dados sus síntomas y la rapidez con la que estos se manifestaron después de la inyección, él ve como poco probable que sea parte del grupo de control que recibió una solución de agua salada.
Los otros voluntarios en el reportaje también se sorprendieron por la intensidad de los síntomas luego de la suministración del refuerzo. Uno de estos dijo que se despertó con unos temblores tan fuertes que terminó por quebrarse un diente, mientras que otro alcanzó una temperatura de 104 grados. Los voluntarios reportaron los síntomas a los investigadores, quienes dieron seguimiento a los casos.
Efectos secundarios: ¿son inevitables en una vacuna?
Desde la Fase 1, las empresas farmacéuticas reconocieron que los ensayos en voluntarios humanos pueden provocar reacciones adversas con síntomas muy parecidos a los del covid. No obstante, estos han seguido adelante con las pruebas. Florian Krammer, infectólogo de Nueva York, dijo que los efectos secundarios reportados en el ensayo de la fase uno de Moderna son “desagradables pero no peligrosos”.
Aparte de estos intensos, aunque efímeros malestares, ningún voluntario ha experimentado síntomas que resulten en muerte o en una discapacidad permanente. “Es un hecho simple que algunas vacunas son más desagradables de tomar que otras”, escribió la especialista Helen Branswell.
De cualquier forma, los cinco voluntarios esperan que las farmacéuticas comuniquen a la gente los riesgos sobre la mesa, en caso de que sus vacunas sean aprobadas. “Si esto funciona, la gente tendrá que prepararse”, dijo una de los voluntarias anónimas. “La primera dosis no es gran cosa. Pero luego, la segunda dosis definitivamente te noqueará por un día. Vas a tener que tomarte un día de descanso después de esa segunda dosis.
Pfizer y Moderna comunicaron que los voluntarios que presentaron reacciones adversas en las primeras dos fases son una minoría entre la población bajo observación. En lo que respecta a las pruebas de la fase 3, las empresas no hacen ningún comentario sobre ensayos que siguen en curso, pero aseguró que su personal mantiene estrictos protocolos de seguridad.
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